El pasado 5 de julio, partimos, junto a los estudiantes del Programa de Inmersión en Familia Irlandesa, rumbo al precioso Condado de Antrim en el Norte de Irlanda, lugar dónde los épicos paisajes de Juego de Tronos cobran vida.

Comenzamos nuestra excursión bordeando la bahía que separa la península irlandesa de Inishowen con el Norte de Irlanda, pudiendo disfrutar de un paisaje excepcional. Campos verdes que se unen con las gélidas aguas del Atlántico. Rebaños de ovejas que pastan a sus anchas a las faldas de viejas colinas, aparentemente inexploradas,  cubiertas por un manto de helechos…

Llegamos al Carrick A-Rede Rope Bridge. Se trata de un puente colgante que, inicialmente fue construido por pescadores para comprobar las redes de pesca del salmón, pero hoy en día, la estructura ofrece un precario camino para cruzar el precipicio de 20m de ancho y 23 de alto hasta la isla de Carrick (con total seguridad).  Ponemos a prueba nuestro vértigo, pero finalmente tod@s cruzamos el puente, CONSEGUIDO!! Ya podemos relajarnos dando un paseíto por la isla, sacamos fotos, compartimos experiencias y vuelta al autobús!! A pocos minutos nos espera nuestro siguiente destino.

La Calzada de los Gigantes es uno de los lugares declarados patrimonio de la UNESCO, más reconocibles de Europa. Con sus 40.000 columnas de basalto cayendo al Mar de Irlanda, la Calzada fue creada hace unos 60 millones de años el enfriamiento relativamente rápido de la lava en un cráter o caldera volcánica.

Visitamos el centro de interpretación dónde nos facilitan una audioguía a cada uno (disponible en varios idiomas) para no perdernos cada detalle del entorno natural. A pie, recorremos el camino que nos lleva hasta la calzada, mientras comprendemos el proceso de formación geológico de las rocas hexagonales que se presentan ante nuestros ojos. También disfrutamos de una explicación menos científica, pero no menos apasionante.

Según cuenta la leyenda (con sus distintas versiones), el origen de esta curiosa formación geológica podría ser muy distinto.  Hace mucho tiempo, un gigante Irlandés llamado Finn MacCool deambulaba por la costa norte, desde donde podía ver Escocia a través del estrecho mar de Moyle. Un gigante escocés, Benandonner, era el mayor rival de Finn, y desafiaba su fuerza y reputación. Como los dos gigantes nunca se habían conocido, Finn decidió invitar a Benandonner a Irlanda, para comenzar una batalla decisiva. No había barco lo suficientemente grande que pudiera transportar al gigante, por lo que Finn construyó una calzada de enormes piedras a través del agua para que el gigante escocés pudiera viajar sobre terreno seco; así no tendría excusas para evitar la confrontación.

Pero, mientras Finn se acercaba, se dio cuenta de que su rival era mucho más grande de lo que se pensaba. Regresó a su hogar cerca de las colinas y le pidió consejo a su mujer. Oonagh, una mujer muy práctica, disfrazó a Finn de bebé, con su babero y su camisón. Le puso en una enorme y tosa cuna, diciéndole que se estuviera quieto y fingiera estar dormido, mientras la enorme sombra de Beanandonner aparecía por la puerta.

Oonagh invitó al gigante escocés a tomar el té, rogándole que no despertara al hijo de Finn. Viendo el enorme bebé que había en la cuna, Bennandonner se asustó, diciendo que si ese era el hijo, prefería no conocer al padre. Regresó a Escocia, destrozando la calzada tras él, aterrado por la idea de que el terrible Finn pudiera seguirle a casa.

Para terminar el día, de camino a casa, paramos en Derry para cenar un típico Pub Irlandés, se trata de un bar-restaurante dónde podemos elegir entre una gran variedad de platos, desde el típico Fish&Chips hasta platos bastante más mediterráneos.

Aprovechando que al día siguiente es el cumpleaños de una de nuestras estudiantes, afinamos las voces para cantarle el Happy Birthday!!

Menudo día tan completo!! Espero no haberme olvidado de nada….